¡Ojalá no fueran minis!
Bar Alonso Vitacura
Cómo llegué a Bar Alonso Vitacura
Había ido un par de veces al Bar Alonso Vitacura a tomar una que otra piscola o pistón (pisco Mal Paso con tónica y limón, muy buena combinación). Y la verdad, a pesar de que los tragos allá son excelentes, no sé por qué tenía la idea de que la comida era mala.
De hecho, ¿les confieso algo? Como que sabía que si iba, le iba a poner mala nota. No sé. Tenía un presentimiento de que no era un lugar para venir a comer. Pero por suerte me equivoqué.
Restaurante Bar Alonso Vitacura
El Bar Alonso Vitacura queda en Alonso de Córdova, muy cerca del Tanaka (son del mismo dueño) y del Santa Brasa.
Es un bar más o menos nuevo, que ha logrado estar siempre lleno gracias a su excelente carta de cócteles.
El local llama mucho la atención. Tanto por su lleno total, como por su baja luminosidad y su excéntrica barra central. Además, es un bar enfocado en gente de entre 30 a 45 años aproximadamente. Esta segmentación nace casi naturalmente por los precios, que son altos, y por las porciones de los platos, que son pequeños. Aún así, todo muy pero muuuy rico.
Se nota que hay experiencia gastronómica administrando el Bar Alonso Vitacura. Al dueño del Tanaka (mi Nikkei favorito de Santiago), súmenle que en la barra está el crack de Julio Palestro (ex Sarita Colonia). Teniéndolo a él, se entiende el éxito de los cocktails de este bar.
Les dejo su página web.
Carta de sándwiches Bar Alonso Vitacura
El Bar Alonso Vitacura es, justamente, un bar. Por lo mismo, sus platos son más para picar que para otra cosa. Y por eso, hay solo una opción sanguchera: 3 mini burgers de wagyú.
Si ampliamos el espectro, aunque no quepan dentro de la categoría sánguche, también están los montaditos, que son exquisitos.
Bueno. Las tres mini hamburguesas de wagyú del Bar Alonso Vitacura vienen con distintas combinaciones.
La primera, con huevo de codorniz, tocino y Mozzarella. La segunda, con manzanas caramelizadas y queso azul. Y la última tiene Mozzarella y Portobello.
Qué delicia…
Mini hamburguesas de wagyú en Bar Alonso Vitacura
Me sorprendió.
Como les comenté más arriba, pensé que el Bar Alonso Vitacura era para ir a tomar algo y ya. Hasta pedí las burgers con una mala nota en mente. Pero Bar Alonso Vitacura me calló la boca. Las hamburguesas estaban increíbles.
La carne misma, tierna. Blanda. Rojita como me gusta, para aprovechar todos los jugos. En cada mordisco, podías sentir y ver las pelotitas de carne molida. De verdad que muy buenas.
Y aquí, las combinaciones son las estrellas del show. Manzana caramelizada y queso azul, algo que quizás inmortalizó La Burguesía con su similar “Blue Pera”, es notable. El contraste de dos sabores muy fuertes, atajados por un pan suave, te dejan loco. Está tan bueno, que es difícil apreciar todo el sabor porque te quieres zampar la hamburguesa de una.
La con huevo de codorniz es, además de la más bonita, la más rica. Ese tocino que usan es excelente.
La tercera, con Portobello, les diría que es la más fome, pero no por eso mala. Normal. Solo que podrían reemplazarla por otra que le haga la pelea a las otras dos hamburguesas.
Era más o menos de noche, así que las acompañé con una piscola con Mal Paso no más jajaj. Puro rock.
En resumen
Sí. Bar Alonso Vitacura es caro. Pero pucha que se toma y se come bien.
Así que si de repente se quieren engrupir con su pareja, este puede ser el lugar perfecto. Y estas mini burgers, una maravilla. Todas jugosas. Con combinaciones jugadas y distintas. Dan ganas de que pasen a formato grande, y de igual forma comerse las tres jajaj. Buen descubrimiento!
