Burger Joint, Nueva York

martes 8 de mayo

¿Mejor hamburguesa de Nueva York? NOT!

Burger Joint Nueva York

Cómo llegué a Burger Joint

Al igual que el Shake Shack, ir a comer una hamburguesa al Burger Joint era una de mis prioridades en mi visita a Nueva York. Por lo mismo, esperaba con ansias el día que me tocaría probarla. ¿Por qué? Bueno, según muchos, es la mejor hamburguesa de la ciudad. Y gana por más de una cabeza, dicen. Varios críticos gastronómicos y respetados chefs me lo reafirmaron. Así que mis expectativas estaban por las nubes. Tanto, que le dije a tres amigos que se me sumaran. En el fondo, no quería que se perdieran esta, supuesta, increíble experiencia.

Al Burger Joint de Nueva Jork fui con el Hush (mi viejo), y se sumó la Belén Soto (@Belen_Soto) y Arturo Abarca (@ArturoAbarcaS).

 

El restaurante Burger Joint Nueva York

El punto más alto del Burger Joint, es precisamente el lugar. Ha hecho mucho ruido, porque tiene algo de clandestino. Para encontrarlo, caminas por la 56. Cuando te topes con el hotel “Parker Meridien”, entra. No te asustes. Sé que se ve como un hotel de lujo, pero confía en mi. Entra.

Justo pasada la recepción, hay una gran cortina color café. Y bueno, probablemente, también haya una fila bastante grande de personas esperando poder entrar. Bueno, detrás de esa cortina, está el Burger Joint.

Solo señalado con un pequeño neón de una hamburguesa y una flecha, uno ya no sabe con qué se va a encontrar luego de ver todo esto dentro de un hotel de cuatro o cinco estrellas.

Unos pocos pasos antes de entrar, y para ahorrar tiempo, puedes tomar un menú y marcar lo que vas a pedir. Así no te demoras pensando una vez que te toque llegar a la caja.

Adentro del Burger Joint NYC

Y llegó el momento. Al entrar, BOOM! Bienvenido al Jota Cruz neoyorkino. Burger Joint es un sucucho muy entretenido que chorrea buena onda. Su estética es un cuidadoso descuido. Así como que no quiere la cosa. Pósters mal cuidados de conciertos y películas; carteles con los productos que venden, hechos en cartón y con plumón. Las paredes, todas rayadas por los mismos visitantes.

La mecánica es simple. Vas a la caja, pides y pagas. Luego esperas para poder tomar asiento (SIEMPRE está lleno y con fila), hasta que te llamen. Y mientras disfrutas (o no) la comida, probablemente se te ponga al lado un impaciente grupo de personas haciendo presión sicológica jajaj. Por lo mismo, recomiendo ir a “las mesas del fondo” (un metro más allá).

Les dejo su página web.

 

La carta de hamburguesas de Burger Joint

Elige. Hamburguesa o doble hamburguesa. Con queso (Cheeseburger) o sin queso. ¿Listo? Ahora pasemos al punto. Semi cruda (esa elegí yo), medio cocida o bien cocida. Y para sumarle a la burger, puedes elegir los que quieras entre lechuga, tomate, cebolla, pepinillos, kétchup, mayonesa o mostaza. Todo está incluido en el precio. ¿Tocino? Por supuesto que hay, pero tienes que pagar 1.61 dólares extra.

Yo fui por una doble cheeseburger, con tocino, lechuga, tomate, cebolla, pepinillos y mostaza. Para tomar, un vaso de cerveza lager Samuel Adams de Boston.

 

Double Cheeseburger en Burger Joint

Me dolió. Y harto. Es que esperaba probar la mejor hamburguesa de mi vida. Pero me encontré con algo de muy bajo nivel. Y por suerte, mis tres acompañantes opinaron igual. Así que no sé si vinimos en un mal día o qué, pero la cheeseburger del Burger Joint estaba derechamente mala. Veamos.

El pan. El pan era un simple pan de supermercado. “Arnold Hamburger Bun”, se llama. Y apelando a que “aman la simpleza”, lo ponen sin miedo sobre los estantes. A la vista. Y les digo al tiro que no es el pan correcto. Cuando abrí la hamburguesa (te la dan envuelta en papel aluminio), el pan estaba muy húmedo. Debiesen elegir uno con más miga por ejemplo. ¡Y con más sabor!

La carne, perfecta. Estaba tal como la pedí. Semi cruda. Y en general los restaurantes fallan y te la entregan 3/4. Pero aquí bien. Fue el punto alto de la comida. Sin mucho condimento, la hamburguesa del Burger Joint es hecha con carne Black Angus, y la muelen ahí mismo a diario. Eso mismo (usar carne de primera calidad y fresca) ya te asegura mucho. Eso sí, la congelan.

Y los ingredientes que le sumé, todos “normales”… salvo el tocino. Estados Unidos es mi país preferido para comerlo, porque son tan fanáticos, que los ofrecen en miles de formas. Pero el tocino que nos tocó a los cuatro en nuestra visita al Burger Joint, estaba malísimo. Duro como pocos que he probado. De hecho, casi incomible. Dos de nosotros se lo sacaron.

Y el queso, muy bien. Me encanta como derriten el queso los gringos. Hirviendo, permitiendo que recorra gran parte de la hamburguesa.

 

La crítica de Arturo Abarca al Burger Joint

En proceso! Se viene el crack gastronómico de Arturo Abarca (@ArturoAbarcaS).

En resumen: vende humo

  1. Entiendo que el local es choro. Tiene mucha gracia el hecho de estar escondido dentro de un hotel de lujo. Y que adentro sea un sucucho ondero. ¿Algo más? La carne. Quizás hay que pedirse una cheseeburger y ya. Sin nada más (¿hasta sin pan?).

Me mató tanto las pasiones, que si llegase a volver a Estados Unidos, la pensaría dos veces antes de volver. Así que a todos los que la indican como la mejor del estado, les digo desde ya que eso está muy pero muy lejos de ser una realidad. Mal Burger Joint.

SÁNGUCHE:

DOUBLE CHEESEBURGER

NOTA:

Local:

Burger Joint

Precio:

18 USD

Dirección:

119 West 56th Street, New York, NY 10019

Ingredientes:

Doble hamburguesa, doble queso Cheddar, tocino, lechuga, tomate, pepinillos, cebolla y mostaza

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