¿Encanto?

Cómo llegué

Como tengo doble turno en la pega (matinal + “Por Ti”), en el último mes apenas he visto a la Emilia (@EmiliaDaiber). ¡Y habían pasado tantas cosas! Así que nos teníamos que poner al día. Por eso, y a pesar de que la Emilia apenas tenía una pequeña ventana para almorzar, nos escapamos al lado del canal a probar el restaurante Encanto Limeño Bellavista. La verdad, no teníamos ninguna referencia. Simplemente llegamos al sector y buscamos un restaurante que estuviese abierto y que tuviese sándwiches. Y encontramos este.

Fotos sacadas con mi Sony Xperia X

El restaurante Encanto Limeño Bellavista

Ubicado en la calle Dardignac, a mitad de cuadra entre Constitución y Mallinckrodt, Encanto Limeño Bellavista es un restaurante de comida peruana. Nunca había escuchado hablar de él, y eso que siempre paso por ahí.

Afuera tiene un par de mesas en la vereda de Dardignac. Adentro, hay un proyecto ENORME, donde me imagino que proyectan partidos de fútbol o cosas así.

Eran las 13:30 y éramos los únicos en el restaurante. Así que supusimos que el servicio sería rápido (no lo fue. De hecho, fue muuuy lento). Y para acompañar, de fondo una música muy tradicional de Perú: reggaeton. Cueck.

Les dejo su Facebook aquí.

La carta de sándwiches

Encanto Limeño Bellavista ofrece seis opciones de sándwiches. Tres de ellos son hamburguesas, las cuales puedes pedir simples (200 grs) o dobles. Los sándwiches de pollo y cerdo también los puedes pedir en esa modalidad.

Intenté pedir el “Sándwcih Achorado” que viene con pulpa de cerdo al horno, chips de camote frito, lechuga y sarza criolla. La lata es que tenían problemas con los proveedores por lo que terminé pidiendo la “Hamburguesa Cholita”, pero reemplazando la carne por pechuga de pollo. Viene con champiñones salteados, tocino, queso derretido, papas “hilo” (miren la foto, que de hilo no tiene nada jaja), lechuga y tomate.

Además, hay un sándwich de lomo saltado que podría ser el que más destaca. Pero en general encontré medio “pobres” las combinaciones. Siendo un restaurante peruano, y teniendo varios sándwiches, creo que podrían haber jugado más con los montajes.

El sándwich de pollo

Vamos de una a lo importante: malo. En general no me pido sándwiches con pechuga de pollo porque suelen ser un poco insípidos. Como acá me la recomendaron, y ya que no pude pedir mi sánguche de cerdo, accedí. Y no le achunté, por la cresta. Estaba bien malo.

¿Lo peor? El “tocino”. Les juro que era un chicharrón. Estaba quemadísimo. Era duro, muy difícil de mascar. Por consiguiente, sin sabor alguno (aparte del sabor a quemado). Ahí ya partimos muy mal. Si le agregas una pechuga de pollo fome y unos champiñones que también se les pasaron, tenemos un sándwich que merece solo una nariz de chancho.

Admito que estoy escribiendo esta crítica un poco choreado. Me dio lata comer el sándwich. Hasta pensé en dejarlo, pero tenía que almorzar algo para irme al último capítulo de “Por Ti”. Lo único que rescato es la salsa que te ponen al principio con el pancito. De hecho, estaba tan buena, que pedí otro pote para intentar arreglar el sándwich. Sirvió, pero no lo salva. Mala experiencia.

Además de la salsa, lo único que me sacó una sonrisa fue la Austral Calafate.

En resumen

Ya se podrán imaginar. Pero salí decepcionado del Encanto Limeño Bellavista. No me gustó nada.

Ingredientes mal preparados y un sabor quemado no te pueden dar un resultado mejor que una nariz de chancho….¡y es que quemaron el tocino!! Así como cuando fui a un restorán y me pasaron la yema del huevo frito ya reventada, este acto con el tocino también lo pongo dentro de los pecados capitales sangucheros. Me cuesta entender cómo no lo cambiaron, porque se notaba desde lejos.

Y todo fue fome en verdad. Desde la lentitud en el servicio (aunque muy buena onda el compadre, nada que decir ahí), hasta la música y el sándwich.

Ya. No quiero escribir más. Estoy enojado. Vivo para comer, y cuando me tocan cosas malas me amargo y me cagan el día. Chao no más.