El paraíso del churrasco

La Tía Julia Rancagua

Cómo llegué

Llevo poco más de dos meses de 365 Sánguchez, y a pesar de haber ido a Viña y Curicó, quería seguir incluyendo sándwiches de regiones. Ya se vienen ciudades y pueblos más lejos de Santiago, pero este fin de semana me escapé a Rancagua, VI región. Muchos de ustedes me escribieron por interno en Instagram (@365Sánguchez) recomendando restaurantes de allá. Fue así que descubrí la picada Tía Julia Rancagua. Me acompañó Sebastián Rubio, quien andaba de “soltero de fin de semana” así que se sumó sin problemas.

El restaurante La Tía Julia Rancagua

Ubicado en la calle Rubio, bastante cerca de la alameda, Tía Julia Rancagua es un clásico de allá. De hecho, siempre postula no solo a la mejor picada de la ciudad, sino que también de Chile. Es tan mítico, que muchos le atribuyen vender los mejores churrascos del país.

Es una picada donde solo venden churrascos. Tal cual. Ni lomitos, ni hamburguesas ni completos. Churrascos.Y dicen que vender solo un producto es la mejor forma de perfeccionar su arte de preparación. Algo así como el “Crudo y sin Censura” de Santiago.

La fundadora, Tía Julia, sigue viva, e incluso tiene una botillería justo al frente de esta sanguchería.
Tía Julia Rancagua partió como un carrito, y con el tiempo pasó a tener el local actual, que es bastante grande. Les dejo una foto de su único comerdor, siempre con mucha gente.

Les dejo también su Facebook.

La carta de churrascos

Puedes encontrar 28 churrascos distintos. Eso sí, no tienen ingredientes muy innovadoras, sino que le van agregando de a un ingrediente y mezclando todas las combinaciones para llegar a ese número. Así, juegan con el tomate, la mayo casera, palta, porotos verdes, etc.

El que sí llama la atención es el “A lo pobre”; que tiene cebolla frita, papas fritas y dos huevos fritos. BOOM. Directo al corazón jajaj.

Todos son bien grandes, y la preparación es en cosa de segundos. Les diría que no se demoraron más de tres minutos en traernos nuestro pedido.

El churrasco suizo

Tiene muuuuuuchas capas de posta rosada. Eso ayuda a que sea gigantesco.

Lo mejor, fue la mayonesa casera. ¡MÁGICA! Necesito robar la receta. Es MUY líquida, pero al mezclarse con el tomate les juro que era orgásmico. Exquisita la mayo.

El pan frica también era muy rico. Era de esos como que se les separa fácilmente la corteza de la miga. Casi como si fuera una hallulla. Pero bien bueno.

El tomate, otro punto alto. Nada que decir. De excelente color y olor, como tienen que ser. El queso, nunca había visto una TAN derretido. Demás que no era el de mejor calidad, pero estaba exquisito. Así que lo apaño. Y se metía entre medio del resto de los ingredientes, cosa que me gusta mucho.

Entonces, ¿por qué se lleva solo tres narices de chancho? ¿El precio? No. Lo que pasa es que el churrasco mismo, la carne, la posta rosada, no era la mejor. Estaba demasiado cocida. De hecho, el color de la carne era negro negro negro. Entonces quedó muy seco. Y como tenía muchísimas capas, peor aún. Algo raro, es que debe ser el churrasco más delgado que he visto en mi vida.

Maridaje con Cerveza Austral Yagán. Una negra muy fácil y rica de tomar.

La crítica del invitado

Sebastián Rubio: “Rico. Le pondría tres narices de chancho. El tomate increíble. Pan rico. La mayonesa, me impactó. Pero el churrasco lo encontré derechamente malo. Como comprado en el supermercado, pero que el que hace uno en la casa. Era demasiado seco”.

En resumen

Una lata que hayan fallado en el ingrediente principal, porque les prometo que con esa mayo, ese tomate y ese pan, fácilmente postulaba a cuatro narices.

Creo que el hecho de haberse demorado tan poco en la preparación influyó en el punto del churrasco. Como es TAN delgada la carne, le das un poco de calor y se te pasó. Pero creo que es bien fácil de mejorar.

Prepárense para comer harta aceite, porque viene todo como remojado, pero admitámoslo… a todos nos gusta ese sabor grasiento de vez en cuando.

¡Buena picada de Rancagua! Aprobada