Concha-desu-…

Capicúa Sándwich

Cómo llegué

A ver. Muchos de ustedes me habían hablado de Capicúa Sándwich, la nueva sanguchería de Manuel Montt. Incluso, los había visto con un stand en el Mercado Paula Gourmet. Y también sabía que irán a la Feria del Sánguche que comienza el 24 de noviembre en el Parque Araucano. Pero lo que me motivó a ir fue que la sequísima bloggera gastronómica chilena, Paulina Briones (@PolinEnLaCocina), me escribió para que nos conociéramos y fuéramos a Capicúa Sándwich. Les dejo al tiro su blog para que cachen lo pro que es: http://www.polinenlacocina.cl/. No podía negarme a esta tremenda invitación! Así que apenas terminé la reunión de pauta del matinal (sí, ahora estoy en el matinal de TVN y en Por Ti), me fui a juntar con la Polin.

Fotos sacadas con mi Sony Xperia X

El restaurante Capicúa Sándwich

Ubicado en Manuel Montt con Valenzuela Castillo, Capicúa Sándwich es una sanguchería gourmet que en un par de meses se ha posicionado como la gran revolución sanguchera chilena. Y es que a pesar de tener un local pequeño y sin tanta producción, el sabor aquí es otra cosa.

Su chef, Luis Garay, trabajó en el reconocido restaurante Boragó (segundo mejor restaurante de latinoamérica… y es chileno mierda!!), y luego decidió independizarse junto a sus socios Luis y Pablo.

Les dejo su sitio web y su Facebook para que le den una mirada.

La carta de sándwiches

La carta tiene a nuestro largo y angosto país dibujado, y de cada región se desprende un sándwich característico. Así, la carta se divide en tres partes. Zona norte, zona centro y zona sur.

Son todos bastante llamativos. Con la Polin probamos tres. El de la crítica, que es de Sierra ahumada desmenuzada, con mayonesa de ajo, perejil y limón, sobre cama de lechuga costina y pebre de cochayuyo. Todo, en sopaipillas en vez de pan. Además, probamos el sándwich de crudo (crudo con crema ácida al ciboulette, alcaparras y pepinillos en vinagre, chucrut de repollo morado y lechuga). Y el tercero fue la hamburguesa de cochayuyo, con pebre, mayonesa de papa, mix de hojas verdes y cebolla morada. ¡Y tienen más opciones vegetarianas!

Como ya me ha pasado un par de veces, los quería probar todos. Como no pude, igual les dejo los que más me tincaron de los que no pedí. De la zona norte, el de cojinova fresca grillada en mantequilla y nueces. Y de la zona sur, la croqueta de centolla con aros de cebolla morada, mizuna, tomate asado, huevo frito y mayonesa al limón y ciboulette.

El sándwich de pescado y la hamburguesa vegetariana

Lo digo de entrada. Hasta ahora, de los 66 sándwiches que me he comido para 365 Sánguchez, el de Sierra Ahumada es el mejor. Corta.

Es que la mezcla de sabores que recibe tu boca es perfecta. Soy un fanático del ahumado, y con el sutil toque cítrico de la mayonesa y el picor del pebre… les prometo que me faltan palabras para describirlo. De hecho, admito que encuentro raro mi crítica. En general, prefiero sándwiches con muchísimos ingredientes. Y aquí usan una mezcla simple. Pero calza demasiado bien.

Además, la sopaipilla ayuda, junto a la mayonesa, a que sea un sándwich fresquito. CERO seco. La lechuga cumple el rol de contener la cantidad de jugos que tiene el sándwich (otra de las razones de por qué lo amé tanto).

Por favor atrévanse a pedir este sándwich de pescado. Sé que a la mayoría le cuesta, pero denle la oportunidad. Lo vale.

La crítica del invitado

Paulina Briones (@PolinEnLaCocina): “Capicúa es una sanguchería que tiene muestra lo mejor de nuestro Chile, con mezclas tan entretenidas como una sierra ahumada o la increíble hamburguesa de cochayuyo. Esta última fue impactante -no ponga cara de asco- pues no se le siente ese sabor fuerte porque su chef Luis es realmente un maestro en entregar sabor y textura en sus preparaciones”.

Qué pedir y qué no

Definitivamente, pidan el de sierra ahumada. Un manjarssss.
Si quieren probar algo distinto, denle una oportunidad al jugo de rica rica, una hierba muy típica de San Pedro de Atacama. 
De los postres, probé dos. El flan de algarrobo y quinoa, piola. Es que le faltaba dulzor. En Capicúa no utilizan azúcar, sólo endulzantes naturales. Y aquí se le echó de menos. Es como una leche asada, pero medio insípida. El que sí estaba rico era el Poe de plátanos y crema de coco. Vayan por ese.

En resumen

Me dan ganas de inventar una sexta nariz de chancho. Es que la experiencia en Capicúa fue completa. No solo por el sándwich de Sierra Ahumada. La hamburguesa de cochayuyo era una exquisita opción para vegetarianos y carnívoros. Me la juego también en que está entre mis opciones vegetarianas preferidas.

Aquí en Capicúa saben de cocina. Eligen los ingredientes frescos a la perfección. Manejan el concepto de origen. De identidad nacional. Y arman montajes que simplemente cautivan.

Al final, Capicúa Sándwich es un viaje gastronómico por los sabores de Chile. Y uno de los buenos. Los invito a comprar pasajes y dejarse llevar. ¡A recorrer!