Roto Chileno Sanguchería, Santiago Centro

viernes 20 de abril

Roto Chileno Sanguchería

Suerte. Una señal. El destino. Coincidencia. Dios. Buda. Llámenlo como quieran, pero la elección del sándwich de hoy fue mucho más fácil que el resto de los días. A través de mis distintas redes sociales (@sanchezpipe en Snapchat, Instagram y Twitter), varias personas me escribieron recomendándome que vaya a una sanguchería ubicada en pleno Barrio Yungay. Se llamaba “El Roto Chileno Sanguchería”. Como nací un 20 de enero, donde se celebra justamente el “día del roto chileno” en honor a la victoria nacional en la Batalla de Yungay, no lo dudé y partí junto a mi partner Roberto Van Cauwelaert (@robertovanc).

El restaurante Roto Chileno Sanguchería

Al llegar, llama mucho la atención la decoración del lugar. Se respira el espíritu nacional en todos los detalles que decoran el restorán. Primero que todo, el logo está escrito en una tipografía basada en la lira chilena. Una vez adentro, se pueden ver varios carteles pintados por el mismísimo Zénen (sí, el de las micros amarillas), y algunas representaciones de barrios populares.

La carta de sándwiches de El Roto Chileno Sanguchería

La carta sorprende porque se enfoca en llevar a lo más alto de la gastronomía, ciertos productos que muchas veces no cuentan con el visto bueno de muchos. Así, pueden pedir sánguches de lengua, arrollado de huaso, pescado frito (el clásico de Coquimbo! Saludos a la IV Región!) y plateada, entre otras preparaciones. Incluso hay uno de las tan poco queridas guatitas! (que sí me gustan en todo caso).

Como habían productos tan variados, no quería caer en la clásica mechada, a pesar de que me tincaba muchísimo. Por eso aposté por “El Pobre Pana”, mientras que Robertito se fue por “El coquimbano” (no lo malpiensen por favor jajaj).

En la espera, nos llegaron los bebestibles: terremoto (había que pedirlo, ¿o no? Aunque eché de menos el vaso de 500 cc). También una borgoña que no falla. La cerveza Austral Lager la dejé para cuando llegaran los sanguruchos y así maridar con la chela heladita (tal como reza uno de los carteles del lugar).

El sándwich de panita de El Roto Chileno Sanguchería

Sobre el sánguche, tengo que decir de entrada que estaba muy rico. Y lo digo porque no es fácil hacer uno de panita. Para los que no saben, la panita es el hígado de la vaca. Es una buena oportunidad para que se atrevan a pedir cosas distintas. La preparación de la carne es notable. En “El roto chileno sanguchería” todo es de cocina lenta, y eso se traspasa en sabores profundos y productos blanditos. Incluso las salsas que te ponen (de cilantro, de ají cacho de cabra y mayonesa al ajo, todo casero), toman más de 1 hora de preparación.

El pan, semi dulce, amasado y calientito, lo compran en una panadería del barrio todos los días para conseguir un sabor único, difícil de encontrar en las panaderías de producción industrial. Todas las recetas son naturales, sin preservantes, y usan recetas tradicionales. Me hubiese gustado que las papas fritas viniesen en otro formato, porque los “chips” que habían me recordaban demasiado a las papas de bolsa. Tal vez con algo más de sazón mejoraban.  ¿Lo “malo”? El tamaño, porque o lo hacemos más grande, o más contundente o lo acompañamos de unas buenas papas fritas.

Para terminar, nos pedimos un Pipeño Sour (pídanlo, es increíble. Mi gran descubrimiento alcohólico hasta ahora, y uno de los productos destacados por los hermanos Roca estos días en su visita por nuestro país). El sour nos acompañó mientras disfrutábamos de una tocata improvisada que se armó en torno a una mesa de más de 20 extranjeros. Como guinda de la torta, conversamos con el chef Jorge (alias “El roto”) sobre la nueva carta que quiere lanzar, donde incluirá un sánguche de cazuela. ¿Qué tal? Tengo excusa para volver.

SÁNGUCHE:

EL POBRE PANA

NOTA:

Local:

El Roto Chileno

Precio:

$4.600

Dirección:

Av. Brasil 712, Santiago Centro

Ingredientes:

Panita, cebolla, huevo frito y papas fritas.