Ellen’s Stardust Diner, Nueva York

Ya bordeando los 400 sanguchitos criticados! Y para llegar a tan importante meta, me vine a Nueva York a ver qué tal anda la cosa por acá. El 2016 también vine, y pueden buscar lo que comí usando #365NuevaYork .
Hoy vine a un clásico: @EllensStardust. Partamos por lo bueno. Primero, la gracia es que los meseros son todos aspirantes a Broadway, por lo que cada 5 minutos hacen shows cantando arriba de las mesas. ¡Es la raja! Si se bancan una fila de unos 20 minutos, vale 100% la pena solo por el show. Las voces son increíbles! Es una buena aproximación para después motivarse y comprar entradas a un show de Broadway. Segundo, la atención. Son todos muy atentos, alegres y conocen bien la carta. Y tercero, la papas fritas. Wow. Son estilo waffles, con forma de rejilla. Son esponjosas y muuuuy sazonadas. De mis papas favoritas . Ahora pasemos a lo malo. Uno, el olor a cebolla que salió en la mitad. MAL jaja. Por suerte había gente cantando, porque si no casi que daban ganas de irse (lo bueno es que no duró tanto). Y bueno, el otro punto flaco es justamente la hamburguesa. Se veía atómica, pero todo mal. Un cheddar que no se siente (difícil que te pase!). Unas donas que reemplazan al pan que se comen al resto de los ingredientes, y que además no eran muy buenas. Creo que sería mejor tomar un donut y partirlo por la mitad en vez de usar dos completas. El tocino, bien. Los gringos son unos maestros en esto. Y la hamburguesa misma, demasiado seca. Bien granulada, pero cero jugosa. Con más sabor a condimentos que a carne carne (no necesariamente malo). Si tengo que resumirles mi experiencia con la Burger en jna frase, les digo que le puse ketchup, cosa que nunca hago. Así que finalmente recomiendo harto venir, pero sabiendo que el foco no es la comida sino que la experiencia. Quizás pidan un shake, unas papas o los burritos que andan bien. Pero burgers, es fácil encontrar un lugar mejor.