En la primera mordida, antes siquiera de poder tragar, pensé “oooh, la burger más blandita de mi vida”. Es que eso fue “The Kiwi BlackBurger” en @FokkerBros. Tal cual. Como a veces digo, hasta un abuelo sin dentadura podría disfrutar de esto. ¡Qué nivel! La carne bien jugosa y con notas de pimientas recién molidas. Bien rica, aunque le faltó un poco de sal. El huevo frito, al fin, venía perfecto. Incluso con un poco de esa costrita crunchy que a veces queda. La yema estaba en su mejor versión. ¿Será que se nota que usan huevos de gallinas libre? Acá en Auckland casi todos los locales los usan. Lo mismo con su carne de libre pastoreo. La salsa de la casa era muuuuy parecida a la #BigMac, así que digamos que era perfecta jaja. Muy buena copia. La betarraga, ingrediente clave en todas las comidas de #NuevaZelanda, venía suave y laminada bien delgada, por lo que aportaba un mini toque dulce. Eché de menos algún cambio de textura, porque todo era súper blando. Ni la lechuga ni la betarraga estaban crocantes. Y el pan, bonito, no tenía el prometido sabor a ahumado o a carbón. Era pura pinta, aunque hay que decir que era de buena consistencia. Esponjoso y fresco. La sorpresa acá la da la cebolla encurtida y el relish de kiwi. Me reafirman que mi #sandwich preferido TIENE que llevar algo encurtido. Es que le da un punch glorioso ??. No se notaba tanto el dulzor del kiwi, pero sí el encurtido te hacía volar. Te rompe esquemas. Te saca de los sabores típicos. Y el queso, que no era para nada del típico naranjo fuerte de los cheddar americanos, lo amé. Era elástico y de sabor intenso, pero sin ese dejo plástico ni empalagoso. Por su burger y sus papas fritas curly, que son mis papas preferidas de todo el universo (@venicefries las tiene en Chile), Fokker Bros está full recomendado ??.