De entrada les voy a decir el gran problema que tuve: el pan. Era como ese típico pan de hamburguesa de supermercado, con mucha miga, pero esa que se desmigaja sola y que está medio pasadita. No fresca. Además, la corteza venía medio húmeda ?. Y reforzando lo que siempre digo, el pan es lo más importante en cualquier sándwich. Y como este no andaba bien, me cuesta ponerle mejor nota al resto. ¿La carne? Sí, jugosa. Quizás un poco aceitosa. No increíblemente sabrosa, pero rica. El queso sí era el perfecto, ese que se amolda a la carne en el punto perfecto entre sólido y derretido. No muy empalagoso. Rico. Lo mismo con los pepinillos, bastante más cerca del pepino dulce que del típico pepinillo avinagrado. En el punto preciso que más me gusta.
Sí volvería (quizás a probar su sándwich de pork belly), pero por sobre todo por sus cervezas. ¡Tienen de todos los sabores imaginables! Hay de canela, de plátano… y hasta de wasabi!! Está para ir con un grupo de amigos y pasar la tarde (y la noche) en #GreatLeapBrewing