A pesar de que me habían hablado bastante mal de este lugar (carrito “Holy Bread” en el Parque Araucano), este hotel dog estaba muy rico! Con una salchicha alemana bien sabrosa y muy alejada de las clásicas que comemos en nuestras casas, desde la base marcan una diferencia. Además, el queso viene hiper mega súper duper derretido, como las cheeseburgers gringas. Y para mi eso suma miles de puntos. A eso agruéguenle tocino crunchy (de verdad era crujiente), y cebolla caramelizada (bien latiguda, pero rica). Volvería.
