Oh, dulce sándwich de cordero
Noi Puerto Natales – Restaurante Kosten
Cómo llegué al Noi Puerto Natales
Después de haberlo pasado muy mal comiendo en el Grey Dog, hoy di vueltas por la ciudad cerca del canal Señoret. Me había perdido en una larga caminata por la costanera, hasta que descubrí un hotel que pertenece a una lujosa cadena: NOI Puerto Natales. El hotel se llamaba Indigo, y a un costado tenía su propio restorán llamado Kosten.
Pensando que me iban a aforrar un ojo de la cara, entré sin mucha confianza. Incluso pensé que solo mirando la carta me iba a “dar algo” y terminaría buscando otra cosa que comer. Pero no fue así.
Fotos tomadas con mi Sony Xperia X.
El restaurante Kosten en Noi Puerto Natales
El Kosten del Noi Puerto Natales tiene dos ambientes bien separados. El primer piso es más relajado. Tiene varios lounges, y está ambientado como si fuese tu propia casa del sur (una muy buena casa en todo caso).
El segundo piso es más juvenil. De hecho, ahi está la barra, donde puede pedirte un Calafate Sour (háganlo), además de varias pizzas y sándwiches.
Adivinen dónde me senté.
La carta de sándwiches del Noi Puerto Natales
El restaurante Kosten del Noi Puerto Varas ofrece cinco sándwiches, todos bastante innovadores. Hay uno de Merluza Austral con pebre. Otro es de plateada con queso Gauda y chutney de pimientos.
Ojo que hay una hamburguesa vegetariana. Es de soya, y la hacen “italiana” además de ponerle lechuga (y la mayonesa tiene un toque a zanahoria).
El que me pedí es de cordero. Viene braseado, y además tiene queso azul, pepinillos, cebolla caramelizada y mostaza Dijon.
El sándwich de cordero del Noi Puerto Natales
Me estoy volviendo bueno para esto: antes de pegarle el primer mordisco, tenía la película clara.
El sándwich de cordero braseado del Noi Puerto Natales estaba espectacular.
La combinación de los ingredientes calza perfecto. Todo es armonioso. Ingredientes chilenos, franceses y alemanes se unen para un sándwich que roza el Olimpo.
La carne, desmenuzada y suave. El cordero es una carne muy grasosa y fuerte. Pero aquí estaba blando. Se lo recomiendo a los que estén recién comenzando con esta carne.
La mostaza Dijon, que suele comerse al resto de los ingredientes, estaba en su justa medida. Me huele a que estaba combinada con un toque de leche. Pero no les voy a mentir: sumó muchísimo. Me encantó.
Lo mismo con el resto de los ingredientes. Ninguno predominaba. Todos se complementaban, logrando el cásico de que el resultado final es mucho más que la simple suma de los ingredientes individuales.
El único, pero único punto donde se cayeron, fue el pan. Medio duro. Difícil de cortar. Y era mucho. Les juro que le ponían un pan de molde Bimbo y quedaba atómico. Cualquier pan que pasara piola. Con el que usaron, los exquisitos ingredientes llegaban a perderse en ciertos puntos. Por eso corté por lo sano y a le quité una mitad, para volver a ese gustito que tanto me gustó.
El cordero marida perfecto con una Austral Yagán.
En resumen
Me encantó descubrir al Kosten del Noi Puerto Natales. Fue un sándwich inesperado.
Mi primer sándwich de cordero de 365 Sánguchez, y fue un total acierto. Blando. Rico. Cremoso gracias al resto de los ingredientes. Y cero caro para el lugar donde lo servían. Si alguien conoce a gente que trabaje ahí, díganle lo del pan. Si lo cambian, está para postularlo a las cinco narices de chancho.