No quería, pero… 5 narices
La Sanguchera del Barrio
Cómo llegué a La Sanguchera del Barrio
Varios amigos me habían recomendado La Sanguchera del Barrio, pero como no me gustan mucho los malls para ir a comer, la había evitado un poco. Y eso que es como la sanguchería de moda.
Hasta que vi una positiva crítica en LUN, y calzó justo que los administradores me escribieron. Luego de dejarles en claro que esto es un sitio de críticas gastronómicas, y que los podía calificar de mala manera (incluso he puesto una nariz a algunos), aceptaron el desafío. Así, fui con Juaco Contreras (que ya había ido como tres veces) y Sebastián Redlich, ambos ex compañeros de la U.
Restaurante La Sanguchera del Barrio
La Sanguchera del Barrio es de los mismos operadores del resto de los restaurantes de Gastón Acurio, uno de los mejores chefs del mundo. Son los mismos del Tanta, La Mar, Madam Tusan, entre otras marcas.
Este es un nuevo local, que tiene sucursales tanto en el Costanera Center como también en el Parque Arauco. Está bien decorado, con jardines verticales, ampolletas bien choras y muchos objetos de decoración. Se nota que le pusieron pino.
Lo único “fome” era que las mesas estaban pegadísimas, entonces como que te terminabas sentando con todo el mundo, sin tu “metro cuadrado”.
Les dejo el Facebook de La Sanguchera del Barrio.
Carta de Sándwiches La Sanguchera del Barrio
La carta de sándwiches de La Sanguchera del Barrio es bastante amplia. Tienen 17 sándwiches, todos a $5.990, y bastante distintos entre sí.
Tienen sándwiches chilenos y peruanos. De los primeros, destaco el “Plateada a la Moda”, que va con pastel de choclo. También está el “Pescado Tempurón”, con salsa tártara y criolla.
En los peruanos, están los clásicos de Lomo Saltado, de Chicharrón de cerdo y hay uno de lechón con yerba buena que me tincó muchísimo.
Choripán de La Sanguchera del Barrio
Lo admito. Venía con prejuicios. A pesar de haber escuchado buenos comentarios, tanto de amigos como de expertos gastronómicos, en mi mente un restaurante dentro de un mall no puede ser tan bueno. Pero me equivoqué.
Y es que en cada mordisco que le daba a mi “Choripán Pobre” (chorizo argentino, huevo frito, cebolla caramelizada y chimichurri), pensaba “no encuentro ninguna razón para no ponerle las 5 narices de chancho. Como que no quiero, pero tengo que admitir que está impresionante”.
Y eso que un choripán puede ser algo muy simple, pero pucha que está bien hecho.
De partida, la marraqueta estaba PERFECTA. Muy bien tostada por ambos lados. Crujiente como nunca. Me encantó. La cebolla caramelizada, cero invasiva. En su punto.
El chorizo argentino, es de esos blancos, bien sabrosos. Vienen dos, ambos cortados por la mitad (un chorizo por cada “poto” de la marraqueta). Exquisito, y suave. El chimichurri fue lo único que eché de menos, porque pensé que vendría mucho más (amo ese ingrediente).
Sebastián Redlich sobre La Sanguchera del Barrio
Sebastián Redlich (@SRedlichTellez), amigo e ingeniero comercial. Hoy, trabajando en Concha y Toro . Crítica en construcción.
En resumen: aunque me cueste, La Sanguchera del Barrio está notable
Muy buena. Así es La Sanguchera del Barrio. Si los jugos hubiesen sido naturales, y no de pulpa, hubiese estado todo perfecto. Y les adelanto algo al tiro: de postre, vayan de cabeza por los mini alfajores. Uuuuuu, me volvieron locos. Me hubiese comido ochenta mil. ¿Algo más? Pidan las papas horneadas, por sobre las fritas.
Todos los ingredientes del sándwich estaban perfectamente preparados. E independientemente de que no invitaría a una chiquilla a salir ahí (a pesar de estar bien decorado), es un tremendo descubrimiento. Supieron llevar al choripán al lugar donde merece estar.
Creo que los oficinistas del lugar tienen un nuevo favorito en la zona.