Mini Restaurant, Rancagua

viernes 4 de mayo

De mini, poco

Mini Restaurant Rancagua

Cómo llegué

Ya que andaba por la sexta región, pregunté en el Instagram de 365 Sánguchez (@365Sanguchez) por los mejores lugares para comer sándwiches por allá. Así, la mayoría coincidió en que TENÍA que ir al Mini Restaurant Rancagua, conocido como el Ex Mini Sheraton. De hecho, varios amigos camarógrafos y productores de TVN también me lo habían recomendado. Así que sin pensarlo mucho, partí con Seba Rubio a ver por qué era tan conocido.


Fotos sacadas con mi Sony Xperia X

Mini Restaurant Rancagua (Ex Mini Sheraton)

Para tenerlo claro de una: lo que menos tiene este lugar, son cosas mini. Y de ahí el nombre.

Tiene cuatro grandes salones interiores para comer, y les prometo que todos los platos que vi eran ENORMES. Y bueno, hay que decir que las carnes se veían y olían increíble. Como nunca, me tenté a no pedir un sándwich porque les juro que salivaba mientras llegaban los platos a las mesas del lado.

Lo brígido era que, a pesar de ser platos muuuuy contundentes, no eran para nada caros. Y creo que por ahí va el cómo se han hecho tan conocidos. El Mini Restaurant Rancagua nació como picada para camioneros, y se fue corriendo la voz hasta que llegase a convertirse en una parada obligada de Rancagua.

Les dejo su página web.

 

La carta de sándwiches

Una cosa que me llamó la atención, fue que en los platos salía “incluye un pan por persona”. Con Seba nos reímos, porque era raro decir que solo incluían UN pan por cabeza. Pero cuando nos llegó a la mesa, entendimos. Era un pan ENORME jajaj. De harta miga, excelente para bañarlo en mantequilla y echarle pebre. Nuevamente, siempre siguiendo el concepto central del Mini Restaurant Rancagua de hacer todo XL.

La carta de sándwiches incluye los clásicos italianos y lucos, ya sea en churrasco o ave. Además, ofrecen tres churrascos un poco más jugados. Ahí hay uno a lo pobre y otro con champiñones.

Pero el que se lleva los aplausos, y fue el que me pedí, es el “Churrasco Mini”. Churrasco de lomo liso, palta, anillos de cebolla, tomate, lechuga, mayonesa y tocino. Cada uno de los ingredientes, también en formato XXXXXL.

 

El sándwich de churrasco

Como pueden ver en la foto, es un mastodonte hecho sándwich. Casi imposible para comérselo uno solo.

Quiero partir hablando de la carne. Del lomo liso. ¿Estaba bueno? Sí, muy bueno. ¿Podía estar mejor? Claro que sí. Y es que siento que a pesar de estar rico, se farrearon la oportunidad de hacerlo perfecto. Porque el lomo era grueso. Grande. Y lo sirvieron muy cocido. Cuando tienes un corte de esas características, es perfecto para servirlo con el centro más jugoso. Rojo. Tal como sirven el resto de las carnes al plato. Aquí, se les pasó un poco la cocción.

Los aros de cebolla, son esos “flaites” como del Burger King jaja. Es decir, no es una cebolla apanada, sino que son rellenos con pasta de cebolla. La verdad, a mi me encantan. Seran lo industriales que sean, los encuentro exquisitos. Buen aporte al sándwich.

El tomate, al igual que todos los de la zona, muy rojos, olorosos y sabrosos. Un siete ahí.
Algo que me encantó, fue la lechuga. Estaba perfectamente aliñada. Les diría que la más rica hasta ahora. Y es que yo soy de la creencia que todos los ingredientes en un sándwich son mejor si van un poquitín aliñados. Al final, es ponerles más cariño no más.

El tocino no era el mejor. Era harto, pero igual lograba pasar piola. Se parecía más a un jamón semi rostizado que a un tocino crujiente. Normal.

Y lo que no me gustó, pero a Seba sí, fue el pan. Era amasado. Lo que pasa, es que para mi el amasado tiene que ser recién salido del horno. Este estaba caliente, pero se notaba un poco seco. Apuesto a que no era del día. Le robó harto sabor al sándwich.


Con mi maridaje preferido: Austral Calafate <3

La crítica del invitado

Sebastián Rubio. Emprendedor y dueño de Need Beer. “Lo encontré la raja. Los precios eran increíbles para la cantidad que eran. Los aros de cebolla, a pesar de que me gustan esos, encuentro medio charcha que sean de esos congelados. La cantidad la verdad es lo que más me gustó, junto con la lechuga. Quedé loco con la lechuga. El pan amasado me encantó. Eso sí, concuerdo con Pipe en que se perdieron una oportunidad de hacerlo mejor. Y tenía varias vetas de grasa, pero piola. Le pongo entre tres y cuatro narices de chancho. Eso sí, me gustó más que el de la Tía Julia“.

En resumen

El Mini Restaurant Rancagua (ex mini Sheraton), es tan pero TAN clásico, que hay que ir. Uno entiende algo del alma camionera de Chile gracias a picadas como esta, y se enamora de esas preparaciones enjundiosas y enormes, perfectas para alimentar a los cansados camioneros que recorren nuestro largo país.

Es una muy buena parada en el camino. El sándwich era rico, pero creo que lo mejor es pedirse un corte de carne. Se veían todos mortales. Está como para volver, una y otra vez.

SÁNGUCHE:

CHURRASCO MINI

NOTA:

Local:

Mini Restaurant (Ex Mini Sheraton)

Precio:

$6.000

Dirección:

Panamericana Sur 371, Olivar, VI Región

Ingredientes:

Churrasco de lomo liso, palta, anillos de cebolla, tomate, lechuga, mayonesa y tocino.

1 comentario en “Mini Restaurant, Rancagua”

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