Albóndigas… albóndigas everywhere

The Meatball Shop Nueva York

Cómo llegué al Meatball Shop

Coto, el tercero de mis hermanos, me dijo que una de las franquicias que valía la pena conocer, era el Meatball Shop. Nos había comentado que habían en varios lugares, pero admito que nos costó encontrar uno. Apenas lo vimos, con el Hush no lo dudamos y entramos. Incluso, no teníamos tanta hambre, pero no queríamos dejar pasar el local. Estábamos pasando por el Highline de Nueva York, y a la altura de la 23 nos bajamos y nos topamos con Meatball Shop.

El restaurante Meatball Shop

Meatball Shop es una franquicia americana, de un restaurante especializado casi 100% en productos con albóndigas. Bueno, es cosa de leer el nombre.

Una de las características que han permitido el rápido crecimiento del Meatball Shop, es que se preocupan mucho de sus proveedores. De hecho, trabajan con granjeros que trabajan con ingredientes ciento por ciento naturales y manejan materia prima de excelente calidad. Y algo importante, es que muelen su propia carne ahí mismo.

Tienen varios locales. Este, uno de los tres que hay en el West Village, estaba repleto. Esto le daba mucha vida y energía, cosa que se agradece con los dos grados bajo cero que hay en las calles. En general, vi harta juventud. Incluso, me pregunto si más de noche quizás se arma una especie de carrete. ¡Ojalá que si!

Les dejo su página web para que conozcan más del Meatball Shop.

La carta de sándwiches de Meatball Shop

Meatball Shop ofrece una carta amplia en albóndigas, haciéndole honor a su nombre. De hecho, les recomiendo el Brunch Benedictino. Tiene dos huevos pochados, dos albóndigas a elección, tocino crispy y salsa Hollandaise, sobre una tostada. Muy bueno.

Pero hablando de sándwiches, nos encontramos solamente con dos posibilidades. Uno viene en pan de hamburguesa y contiene dos albóndigas a elección. La otra, viene en un pan baguette y tiene tres albóndigas de las que tú quieras.

La modadalidad aquí es que eliges el tipo de albóndiga, el tipo de queso, y la salsa. Entre las albóndigas, tienes la de carne de vacuno, una de cerdo picante, otra de pollo, también hay una opción vegetariana y una “especial”. Para los quesos, puedes elegir entre Provolone o Mozzarella. Y para las salsas, hay una Pomodoro, otra de Gravy con champiñones, una de carne picante, pesto, parmesano cremoso o la “especial”. Yo armé un “heroes”, como se le llama popularmente a los sándwiches de albóndiga en baguette, con albóndiga de cerdo picante, queso Provolone y salsa Gravy con champiñones. El baguette lo elegí integral.

El sándwich de albóndigas de Meatball Shop

Hay que partir diciendo que es un baguette pequeño. Venía con la ilusión de un baguette completo, pero no fue así. Además, es el punto más débil, por lejos, del sándwich. Y es que el baguette integral venía muy añejo. Me mató todo el resto del sabor. Le saqué la tapa, pero aún así era malo. Deberían eliminar para siempre esa opción.

Sabiendo lo malo que estaba el pan, es diíicil que el resto ande muy bien. Pero hay cosas que salvan (y otras que no tanto).

Las albóndigas eran ricas. De hecho, por eso creo que es un buen restaurante, solo que los sándwiches no son lo suyo. Las de cerdo que elegí, estaban con el toque perfecto de picor, y eran de buena consistencia.

La salsa me gustó, a pesar de que no la encontré muy parecida a la Gravy que he comido anteriormente. Eso sí, venía poco (o quizás era una buena cantidad, pero con lo seco del pan eché de menos un jarro de salsa jaja). Lo mismo con el queso. Estaba bien, solo que me hubiese gustado muchísimo más para poder tapar lo añejo del baguette.

En resumen

Lo que les comenté. Los sándwiches no son lo suyo. Pidan las albóndigas con salsa picante y salsa de queso azul, los brunch… ¡o cualquier otra cosa! Incluso, la opción de las dos albóndigas en pan de hamburguesa podria ser rica. Pero no el baguette. Noooo, por favor no.

El Meatball Shop le gusta tanto a mi hermano, que incluso siento que le debo una segunda oportunidad. Pero también Meatball Shop ḿé debe una explicación´ de por qué me dieron un pan tan malo. Así que mientras no la haya, no volveré. Toma.