Hoy toca hablar de un protagonista clave que le da mucho carácter a tus Sánguchez. Me refiero al picante y él increíble mundo de las salsas picantes que siempre da power a tus preparaciones sangucheras.
Dicen por ahí que existen dos tipos de personas en el mundo: las que detestan el picante y las que lo aman. Si eres de los primeros, este artículo no es para ti. Pero si eres de los míos y el picante te hace agua la boca, sigue leyendo.
Les juro que nunca imaginé que existieran tantos tipos de ajíes, salsas y preparaciones picantes tan ricas. Y luego de comer taaaantos Sánguchez y de disfrutar tantas salsas, me di cuenta de que si usas la salsa picante correcta, puedes darle una onda completamente diferente. Y el tema no es sólo que “piquen”, también aportan sabores a tu sanguchito (o lo que sea que comas jaja). Hay algunos picantes más ahumados, otros más dulces (sí, dulces😏). ¡Todo un mundo por descubrir sangucher@s!
Acá en Chile somos bien buenos pal ají y sabemos bastante del tema. En Perú igual le ponen al picante, pero por lejos los mexicanos están a otro nivel. ¡Son ultra fanáticos del picante! Para que se hagan una idea, en México existen 50 tipos diferentes de “chiles”, y lo usan en todo; en helados, chicles, gomitas, cereales, caramelos, lo que te imagines jaja.
Pero para empezar en este mundo de lo picante, acá te dejo mis top 5 de salsas picantes y obvio, te cuento por qué deberías tenerla SÍ O YES. La mayoría las encuentras en supermercados a lo largo de todo Chile y también en tiendas especializadas, como Chile Picante. Ojo que muchas de las que recomendamos son de emprendedores chilenos (¡aguante el emprendimiento local!)
5 salsas picantes que sí o sí deberías tener en tu refrigerador
- Ají chileno o ají pebre: me lanzo con mi primera recomendación, la clásica salsita JB versión “pebre”. También está la típica JB clásica de ají, pero yo me inclino por la versión Ají Pebre, que tiene un sabor súper fidedigno al pebre, pero en versión salsa. Tanto así, que si te untas una tostadita o un pan con mantequilla, y le pones encima esta salsa, parece que de verdad estás comiendo pebre . ¡Está muy bien logrado! Yo en los Sánguchez la uso mucho para adobar preparaciones que lleven cerdo. El chancho queda mortal con este toque de Ají Pebre JB. No falla, tienes que tenerla en tu salsicueva (algo así como la baticueva pero de salsas 😅).
- Pasta de ají verde De Camacho: otra joyita de producción nacional que sabe realmente a ají verde!! Ese ají verde cristal, que más que aportar taaaanto picante, lo que aporta es un gusto especial muy característico del ají verde fresco. El Barros Luco con esta salsa queda increíble. Y obvio que también juega perfecto con nuestro querido sándwich Chacarero a la hora de tener que reemplazar al ajicito verde picado @salsasdecamacho.
- Spicy Barbecue: otra salsa con un toque spicy súper conocida y usada en el mundo hamburguesero. Recomiendo la versión picantita Spicy Barbecue de nuestros amigos de @curacaribs. Un toque ahumado y picantito que va súper bien en esas costillas parrilleras que terminan en un sándwich. Y también muy recomendada para aliñar carnes de pollo. ¡Buenísimo!
- Salsa Tabasco: probablemente una de las salsas picantes más masivas y conocidas mundialmente. A mí me encanta y la uso muchísimo. Especialmente la versión chipotle, que le da un toque más ahumadito. Aporta ese toque humo que queda exquisito en los Sánguchez y burgers.
- Sriracha: esta salsa de origen tailandes hoy es tendencia mundial. Se ha hecho súper famosa. Está la clásica con tapa verde de la marca Huy Fong -que es la original- y hay una versión chilena de @_bymaria que está buenísima. Si quieres una salsa atómica para tus Sánguchez, mezcla sriracha con mayonesa. Hazme caso y pruébala, ¡la vas a amar!
Bonus para l@s más atrevid@s, Salsa Toro Diablo: sólo para valientes, ya que está hecha en base al ají más picante de Chile: el Ají Puta Madre, también de De Camacho. Nosotros la usamos en @chickenloveyou.cl para nuestros Sánguchez #NoSeaiGallina, y la verdad, es que la Salsa Toro Diablo levanta y le da poder a cualquier comida. Yo a veces la uso en las sopas y también para subir el picor a otras salsas. ¡Pruébenla y me dicen! (van a quedar literalmente… ¡en llamas!).
