Con el tiempo, cambié de opinión sobre este sándwich.
SÁNDWICH N°616: este fue mi segundo sándwich en Copenhague. Lo había visto en Instagram y me tincaba mucho. Me lo habían recomendado ustedes. Un ranking local lo ubicaba en el puesto número uno. Así que nunca lo dudé y partí a probar @hungrydane. El formato es bien novedoso, porque tú eliges la carne entre carne de vacuno, cerdo, pollo, cordero o pato, todas desmenuzadas (también hay una opción vegetariana). Y los acompañamientos son siempre los mismos. Un pan casero y caramelizado (eso salía en la descripción), y un coleslaw fresco. Yo le agregué queso cheddar… porque obvio que era buena opción. Bueno, la cosa es que cuando la probé dije “3 narices”. Pero con el pasar de los días e ir probando nuevas cosas, creo que merece solo 2. Igual les dejé sticker de 365, porque en el momento sentí que lo merecía.
Pero, ¿les cuento un pecado capital sanguchero que presencié? El pato desmenuzado lo ponían en un pote… Y LO ESCURRÍAN!! Le sacaban todos los juguitos. Yo lloraba por dentro, y pensaba “pero si la gracia es que todos esos jugos vayan ADENTRO del sándwich!!” Y bueno, el resultado fue el esperado. Bien de sabor, pero un poco seco. Y no sé si ustedes piensan lo mismo, pero para mi un coleslaw (básicamente repollo y zanahoria), si no es cremoso, no tiene sentido. Acá daba crocancia, pero nada más. Eché de menos algo más de sabor. Al pan no le sentí el lado dulce, aunque igual estaba rico.
Creo que el formato funciona, pero sin haber probado otras opciones me atrevería a decir que el vacuno o el cerdo son más sabrosos. Me gustaría darle una segunda oportunidad para entenderlo como una de los “mejores sándwiches de la ciudad”.
