Esta sanguchería la conocí gracias a los chiquillos de Cívico, un excelente sitio web que uso para saber de los distintos panoramas y servicios de la capital. Ellos la recomendaban en un post como “una de las 10 picadas no tradicionales de churrascos en Santiago”. Así que pesqué mi Honda HRV y partí a buscarlo.
De entrada, y a pesar de ser una picada, hay que decir que se ve bastante pro. La cenefa de la fachada principal está hecho de una madera muy parecida a la típica de Bariloche (¿Oregón?) con su logo encima, y adentro se ve el menú en pantallas que van mostrando las distintas promociones.
El primer cartel que leí me alegró muchísimo, pues aludía a mi condimento preferido: rezaba algo como “salsa verde con todos sus pedidos”. Amor a primera vista (aunque la que ofrecían sin costo era más una pasta que la clásica mezcla de cebolla bien finita y perejil del Dominó).
Me acerqué al mesón principal donde se encuentra el único menú del lugar para pedir. A priori, mi plan era compartir un sánguche con un amigo, para que así después pudiésemos visitar otro local y comer una segunda mitad. Pero no lo pude hacer. Y es que nadie en su sano juicio puede ir en contra de un 2X1. Aquí, cualquier lomito o churrasco cabe dentro de esta promoción, y por solo $3.500.
Así que tuve que aperrar (pobre de mi jaja) y comerme un churrasco enterito no más. Y es que no puedo separar el sabor del precio. Porque aún cuando no es el churrasco que exportarías a un concurso internacional de gastronomía para representar a Chile, la relación precio-cantidad-calidad-velocidad es muy buena.
Eso si, la materia prima no es la mejor. El queso podría jugármela con que es un clásico Gauda laminado de supermercado, que incluso no se alcanzó a derretir bien. El churrasco es medio hilachiento (como el clásico “churrasco fiesta”) y bañado en aceite. Bañadísimo. La salsa verde que viene dentro del “Querricura” está muy buena (esta sí es como la del Dominó!), y recomiendo esta combinación por sobre el “Suculento” (cebolla frita, oregano, tomate, queso y mayonesa casera). Es más fresquito y se sienten más los sabores de cada ingrediente. Insisto, no es lo mejor del mundo, pero apaña, y el hecho de que tengan varios locales (uno incluso está justo al frente) habla de lo bien que lo han hecho. Querricura entiende de oferta y demanda, y no queda mal parado con sus famosos churrascos
