¿Mala cueva?

Fuente Las Cabras

Cómo llegué

No les voy a mentir. Este lugar era un MUST en mi lista. Incluso, había intentado abrir apenas abrió, pero estaba repleto. Siempre. Y es que su dueño, el mediático chef Juan Pablo Mellado, concita la atención de muchos. Él sabe hacer la pega, y así lo ha hecho saber en sus libros, y también en el directorio de PEBRE. Como Fuente Las Cabras queda a la salida del Costanera Center, ir en la semana, al horario de almuerzo, se hace casi imposible. Por lo mismo, me organicé para ir en un horario más piola, y me fui con uno de los amigos con los que vivo, Juan Pablo del Campo.

El restaurante Fuente Las Cabras

Es una Fuente de Soda típica chilena. Según el propio Mellado le comentó a la Revista Mujer, “en la carta no tengo ninguna tontera; ni cebolla caramelizada, ni champiñones ni salsas raras. Nuestros platos son súper reconocibles: crudos, palta cardenal, palta reina, mechada con tallarines, fricandela casera, etc., y por supuesto una buena mayonesa casera”. Y así es. Tal cual. Un restaurante chileno en “el nuevo centro” de Santiago, que invita a saborear los platos caseros que todos conocemos, hechos con mucho cariño (son porciones abundantes), mucha técnica y dedicación. No intentan alardear de nuevos sabores, sino que llaman a apreciar esa “comida rica” que está en el ADN de nuestra cultura. Porque tanto Mellado como Fuente Las Cabras tienen el fin de que revaloricemos nuestra gastronomía.

La carta

He escuchado que las charchas de chancho y los garbanzos de camarones son mortales. Y sobre los sánguches, ofrecen cinco tipos de proteínas distintas. Churrasco (de asiento, no de punta rosada), fricandela, lomo tungo, lengua o mechada. Puedes elegir cualquiera en frica o marraqueta, y luego pagas por cada agregado (los clásicos). Le pedí recomendación al mozo, y me dijo que la que más salía era la fricandela, por lo que le creí, y la armé como más me gusta: chacarera (agregado mayo, clave).

El sándwich: fricandela chacarera

Voy a partir diciendo que Mellado no miente. Sin temor, digo que es la mejor mayonesa casera que he probado hasta ahora. Consistencia perfecta entre líquida y pastosa, blanquita y suave, sabrosa como pocas, pero sin llegar a ser invasiva. Permite que se sientan todos los otros ingredientes, pero aún así tiene su sitial. Me enamoré. De hecho, como la pedí aparte, comencé probando el sándwich sin ella. Y hay un antes y un después de esta mayo. Sin, podría ser un sándwich más. Con, se empieza a transformar en un buen sánguche.

La fricandela misma es una mezcla de carne de vacuno con carne de cerdo. Y por los aliños tiene pinta de ser harto buena, pero parece que tuve mala suerte, porque me tocó pasada. Muy cocida. Tanto, que tenía zonas semi rostizadas. Eso hace que se pierda mucho sabor y sus jugos

La pedí en marraqueta, y creo no equivocarme. Venía correctamente tostada por dentro, logrando que la miga blanda quede entre la tapa crujiente y esta cubierta tostada. Bien.

Buenos tomates, porotos verdes y ají verde. Lo siguiente es de gusto personal, pero creo que le hace bien a todos los maestros sangucheros: siempre me preocupo de aliñar los ingredientes, aunque sea con un toquecito de aceite de oliva, o un poco de sal, pimienta, limón… lo que sea. Le da un giro distinto, y los “humecta”, para que no sean solo ingredientes puestos uno sobre otro, sino que sean un solo conjunto de sabores.

Como les dije más arriba, sin la mayonesa era un sándwich normal. Y una vez que le puse, cambia radicalmente, porque logra que las verduras junten sus sabores. Una bomba. Casi que los mozos debiesen  obligar a que todos los sándwiches la incluyan.

Con Schop Calafate

Otros platos chilenos

El Papo se pidió la mechada con tallarines. Venía rebalsada de una muy buena salsa de tomates, y viene con un poco de pesto encima. Muy rico. Hasta me quedo con su plato. Gigante y sabroso, perfecto para reponerse de cualquier fatiga que se tenga, o para acordarse de la comida de la abuela que uno probaba cuando chico. Esa que no conoce excesos.

En resumen

Es uno de los locales de moda hace más de un año, y han hecho bien la pega. Esto se nota porque tienen una clientela fiel que va varias veces al mes. No sé si te sorprenderá con un sabor, porque debiésemos conocerlos. Pero sí es un lugar con comida típica, pero bien preparada. Insisto que debo haber tenido mala suerte con la fricandela. Si la sacaba, estaba harto bueno. Pero no fue así, y solo se queda en tres narices de chancho. ¿Segunda oportunidad? Seguro