Que venga el cambio… y rápido
Bar La Cuadra Isabel La Católica
Cómo llegué al Bar La Cuadra
Para ser súper sincero, unos alumnos de la Universidad Adolfo Ibáñez me escribieron porque le estaban haciendo una consultoría al Bar La Cuadra. Como querían ver qué tal estaba su oferta de sándwiches, me invitaron a probarla y que les diera mi opinión. Acepté feliz, pero dejé en claro que esto es un sitio de críticas gastronómicas, por lo que si no me gustaba, tenía que decirlo. Accedieron sin problemas.
Para apoyarme y dar una segunda opinión, me acompañó mi sanchopancesco amigo David Bulhoes (@DBUrrutia).
Fotos sacadas con mi Sony Xperia X
El Bar La Cuadra
Ubicado en Isabel La Católica esquina con Flandes, Las Condes, el Bar La Cuadra se ha vuelto un lugar de encuentro para amigos que se juntan después de la liga o en modo “after office”. Hay que entender que no es un restaurante, sino que un restobar con varias cervezas y su especialidad son las tablas para picar.
Tiene una terraza que da a la calle, donde lo más normal es ver que se juntan varias mesas para acoger a grupos grandes de amigos. De hecho, los dueños me comentaban que es bastante común que les arrienden el local para celebrar cumpleaños. No es una mala idea.
Les dejo su página web y su Facebook.
La carta de sándwiches
En el Bar La Cuadra ofrecen tres hamburguesas y tres sándwiches. De estos últimos, hay un ave palta tradicional, al igual que un Barros Luco. También está la opción de una mechada tomate mayo.
Sobre las hamburguesas, la especialidad de la casa según ellos, me fui por la que lleva el nombre del restobar.“Hamburguesa La Cuadra”: hamburguesa de 180 grs, con queso fundido, champiñones salteados y rúcula, en marraqueta.
Las otras dos hamburguesas son más simples. Una con tomate y mayonesa, y la otra con Cheddar, tocino, aros de cebolla y lechuga. Algo así como la típica gringa que de a poco se comienza a ver más y más en las sangucherías chilenas.
La hamburguesa del Bar La Cuadra
A ver. Partamos diciendo que ninguna me motivaba tanto. A pesar de saber que no es una sanguchería, sentía que le pusieron poco esfuerzo creando la combinación de ingredientes. Pero como ellos me recomendaron la de la casa, acaté y la pedí no más.
Como me sentía un poco amargado después de probarla, le pedí a David que probara mi hamburguesa. Por suerte, opinó exactamente igual a mi. Hasta le dijimos a uno de los alumnos que estaba trabajando con el Bar La Cuadra, y también nos encontraron razón. Esto fue lo que les dijimos:
El pan. A pesar de ser una marraqueta crujiente… estaba DEMASIADO crujiente. Tanto, que es ese pan que amenaza con cortarte el paladar. ¿Les ha tocado? Bueno, este era uno de esos. Difícil de morder una vez que estaba en tu boca.
La combinación de los ingredientes, que se puede leer rica, no se logró traspasar al sándwich. Era bien fome. Como que tenía “gusto a náh’”.
La carne misma… le faltaba sazón. Pero en parte, se debe a que usan una carne muy magra, y además la mezclan con carne de pavo (más magra aún, y de un sabor poco “querible”). Aquí todos concordamos que si La Cuadra es un bar para juntar a los amigos alrededor de una cerveza y hamburguesas, tenían que ponerle más grasa. Tienen que ser un poquito menos “sanas” y trabajar en pos del sabor. ¿O no?
Hamburguesa con rúcula, calor y Cerveza Austral Lager. Siempre una buena mezcla.
En resumen
Lo que me gustó, es que todo el equipo que trabaja en el Bar La Cuadra está súper consciente de que tienen que hacer cambios. En la combinación de los ingredientes, y también en la confección de su hamburguesa.
Aunque los sándwiches no sean su fuerte, si tienen varios, es su deber que sean ricos. Si no, va a ser difícil que sigan creciendo. Pero el cambio lo deben realizar con urgencia. Con lo que tienen, nunca van a dar el salto gastronómicamente hablando. Pero con la actitud que tienen de llevar a cabo los cambios, seguro que sí. Vamos que se puede.
