No tienen La Cura
La Cura Hamburguesas y Sánguches
Cómo llegué
Hoy me invitaron al lanzamiento de la nueva línea de ropa italiana de Cielo Milano, del crack de Marcelo Marocchino. Este evento fue con un brunch en su tienda del Mall Vivo Los Trapenses. Como me gusta mucho la ropa de ahí, me hice un tiempito y me escapé junto a mi amigo Matías “El Mago” Arévalo (@MatArevalo) a ver qué tal la nueva colección.
Luego de llenar el buche con una exquisita degustación de panes y dulces de La Panneteria, y haciendo un esfuerzo monumental (adóóóónde la viste!!!), nos fuimos a comer sánguches a un restaurante que queda por ahí cerca, también en Lo Barnechea. Fue así que llegamos a La Cura Hamburguesas y Sánguches. Este local me lo habían recomendado varias personas. Entre ellos, mi primo Carlos Barceló, un adicto a este local, y también Francisco Matte, quien me había dicho que la hamburguesa a lo pobre era la mejor.
Fotos tomadas con mi Sony Xperia X
El restaurante La Cura Hamburguesas y Sánguches
Está ubicado en un stripcenter de dos pisos, en plena Avenida El Rodeo. Puede pasar un poco piola porque está en el segundo piso. Mirándolo desde afuera, me había hecho la idea de que iba a ser un local cualquiera. Fome. Pero admito que me sorprendió positivamente, porque tiene un ambiente exquisito.
Tiene mesas de a cuatro para comer, pero también cuenta con mini loungues compuestos por cuatro sillones individuales, con una mesa baja y una lámpara de pie. Estos lugares pueden ser un poco incómodos para comer, pero ricos para echar la talla con amigos y picar algo. Les dejo una foto para que se lo imaginen mejor, pero me encantó la onda. En el fondo, siento que tratan de replicar, taquilleramente, un pre en la casa de algún amigo. Y eso es lo que más me tinca venir a hacer: armar una patota grande y juntarse a tomarse unas cervecitas Austral. Mejor aún si es en la terraza, que aún está en construcción, pero pinta como el mejor lugar del restaurante.
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La carta de hamburguesas y sándwiches
Además de contar con varios picoteos, tienen dos grandes secciones de sándwiches.
La primera sección son las hamburguesas, todas con carne Angus. Aquí tienen dos más o menos clásicas, que son como las típicas hamburguesas gringas. Ya saben, harto queso cheddar, tocino, aros de cebolla… ¡la típica po! De hecho, esas dos son las que más se pide la gente aquí. También tienen dos hamburguesas de camarones, algo que es poco común. ¡Y ojo los vegetarianos! Porque tienen dos versiones con hamburguesas de garbanzos, tipo Falafel.
En cuanto a los sándwiches, hay tres con plateada, uno con salmón ahumado, otro de pollo y también uno de Lomo Saltado. El que más me tincó de aquí es el “Chicken Pé”, que tiene salsa a la huancaína.
La hamburguesa de camarones escocesa
Fue por lejos la que más me llamó la atención, así que me fui derechito a ella. Se llama Camarona Escocesa, y tiene hamburguesa de camarón, queso mozzarella, cebolla morada, rúcula, aceitunas, y una salsa casera de whisky. Diría eso sí, que son más bien langostinos, por el tamaño y sabor.
El pancito era un frica con semillas de sésamo blanco tostadas arriba. Aplicaron una técnica que me gusta harto, que es enmantequillar el pan por dentro y luego tostarlo. Le da un buen toque. Eso sí, se les pasó un poquito. Pasó eso de que cuando cortas una zona del pan, como que se quiebra todo el resto. ¿Les ha pasado? Bueno, eso mismo. Pero nada grave.
La hamburguesa era medio rara. Es que la consistencia es más pastosa. Es como cuando haces una croqueta de pavo. Pero es característico de la materia prima misma no más. Eso sí, admito que no me gustó mucho. Ni la hamburguesa, que tenía incrustada varios langostinos, ni el montaje. La sentí insípida. Con poco carácter.
La rúcula venía caliente. Aquí, yo soy partidario de que tanto la rúcula como la albahaca tienen que ponerse frescas. Por eso me gustan las pizzerías que cuando pides una con esos ingredientes, te las mandan en una cajita aparte. Cuando calientas estos ingredientes, siento que pierden la gracia para la cual fueron puestas ahí: darle frescura al sándwich. Pero calientes, difícil que lo logren. Y no era una buena rúcula. Muy amarga.
La salsa escocesa de whisky, era una especie de Salsa Barbecue pero menos densa.
Para pasar la burga, clave una Austral Calafate
En resumen
En general el sándwich era raro. El Mago la probó y tampoco le gustó, por las mismas características que les estoy contando.
Se agradece que se atrevan con propuestas distintas, pero siento que cuando están mal ejecutadas pueden restar más que sumar.
Eso sí, no soy de blancos y negros.
No me gusta catalogar una sanguchería de buena o mala solo por una visita (salvo que comentan errores grotescos), y menos si pido un sándwich que no es la especialidad de la casa, como ocurre con la hamburguesa de camarón. Por lo mismo, también probé la de El Mago, que se pidió una de las gringas típicas. Y tampoco me gustó. La carne, a pesar de venir rojita, no era jugosa. Y me huele a que usan carne muy magra, con poca grasa. Suena bonito, pero lo lamenta el sabor. ¡Gran parte del gusto está en la grasa! Por eso, habiendo probado ambas, es que decido ponerle, en conjunto con Matías, dos narices de chancho. Aún así, está muchísimo más cerca de las tres narices que de tener solo una.
Como dije, creo que está el ambiente perfecto para ir a tomarse una buenas cervezas con los amigos y picar algo. Lamentablemente, las dos hamburguesas que probé no me gustaron, por lo que sigo en búsqueda de buenos lugares de ságuches en Lo Barnechea. Es una deuda pendiente que tengo. ¿Alguien tiene datos?
