Royale Café, Lisboa, Portugal

De partida, el huevo. Puede ser que me demoré sacando las fotos, pero la yema venía sólida. Más parecido a un huevo duro que a un pochado. Los espárragos, insípidos. No malos porque así solos ya son “suficientemente ricos”, pero se puede hacer más (venían asados, pero sin sazón). El salmón ahumado estaba rico… pero bueno, porque es salmón ahumado y eso nunca falla. El pan de espelta (un hermano del trigo con más proteínas y azúcares), estaba normal. No destaca. La salsa no se siente (¿intento de holandesa?), y la ricotta, al igual que el salmón, rica porque es ricotta, pero nunca sentí las especias. En resumen, faltó cariño y detalle. Condimentar cada ingrediente para aprovechar al máximo su sabor. Era mejor que se quedara como tostada más que como #sandwich. Si vienen, vengan por los desayunos, no por los sándwiches.